viernes, 7 de diciembre de 2012


 




Las condiciones laborales eran casi siempre deplorables en las ciudades,
especialmente en las nuevas industrias: jornadas de trabajo interminables, pagos por
pieza producida, salarios bajos, inexistencia de previsión o asistencia sanitaria en
caso de enfermedad o jubilación, inseguridad laboral...
También eran malas las condiciones de los barrios donde vivían aquellos obreros:
ausencia de servicios públicos, viviendas pequeñas y compartidas de alquiler, falta de
higiene...
Muchas personas cayeron en la
desesperación y se refugiaron en la
bebida, la prostitución, el juego o ladelincuencia, al alcance de 
cualquiera en las grandes ciudades.
La mendicidad también sería común.
    
  




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